El sistema táctil de caja registradora de Tiller ofrece funciones tan necesarias que resulta difícil pensar que alguna vez vivimos sin ellas, pero en realidad surgió hace tres años del cruce entre las confiables cajas tradicionales y la movilidad y facilidad de uso de las tablets con pantalla táctil.
En Tiller estuvimos viendo un documental de 1952 sobre la evolución de los sistemas de punto de venta (sí, eso es lo que hacemos por diversión) y claro…¡Decidimos dedicarle un post! Si tienes tanta curiosidad como nosotros, sigue leyendo (prometemos que es más interesante de lo que suena).
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Una historia de vaqueros
Los primeros pasos de la caja registradora se dieron en un ambiente digno de películas de western (de verdad). James Ritty, dueño del típico bar de películas del Oeste estaba cansado de que sus empleados le robaran dinero y en 1883 patentó junto a su hermano el “Cajero incorruptible de Ritty”, la primera caja registradora de la historia.
A pesar del nombre tan épico, simplemente era una caja mecánica sin recibos. Los empleados debían registrar cada transacción y al presionar la tecla de “total” se abría el cajón y sonaba una campana (¡como en las películas!), alertándole al gerente de la venta.
No, esta no es una foto de James Ritty en su negocio, pero estamos seguros de que era muy parecido a este señor
Pocos años después Ritty vendió su invención a Jacob H. Eckert, un comerciante de Cincinnati que fundó la primera empresa de cajas registradoras, y luego pasó a manos de John H. Patterson con el nombre National Cash Register (los protagonistas del documental con el que pasamos el rato). Patterson le hizo mejoras a la caja registradora al añadir un rollo de papel que registraba las transacciones para protegerse aún más de los robos, ¡gran avance para la época!
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La era digital
En 1906 fueron un paso más allá cuando el ingeniero de la National Cash Register Charles F. Kettering le agregó un motor. La caja registradora seguía siendo aparatosa, pero el cambio aumentó la velocidad de impresión y recolección de recibos.
A partir de 1970 las cajas registradoras se digitalizan, ¡yuhuu! y surgieron algunos software de ordenador integrados con lectores de tarjetas de pago. En la década de los 80 su popularidad fue tan grande que se encontraban en más del 80% de las empresas del mundo (como Tiller dentro de un par de años)..
Un nuevo tipo de caja registradora
No fue sino hasta 30 años después que hubo otro avance significativo: surgió un nuevo tipo de caja registradora que utiliza la tecnología digital y el internet para almacenar datos y transacciones en servidores seguros (sí, perdimos el aliento diciendo esa frase).
Al no tener que guardar la información directamente, fue posible empezar a reducir los equipos necesarios para su funcionamiento. Así fue como se desarrollaron algunos sistemas de cajas en iPad (nuestro favorito) que no solo redujeron la complejidad y el peso, sino también el precio, mucho más asequible que los sistemas de caja registradoras tradicionales.
El futuro es ahora
¡Ahora sí! Hemos llegado al final de nuestro recorrido: el presente, donde las cajas registradoras pueden hacerlo todo*.
*si son de Tiller
Si bien los sistemas tradicionales siguen dominando el mercado, cada día se vuelven más obsoletos y tienen un montón de problemas, por lo que las nuevas tecnologías les están pisando los talones.
De aquí viene una de las principales fortalezas de Tiller, nuestro software es pionero en cuanto a los servicios que ofrece y está preparado para afrontar la evolución digital del mañana. Al igual que cualquier aplicación de iPad, trabajamos para actualizar nuestro sistema y herramientas según las necesidades cambiantes de restauradores y comerciantes.
Ahora, si llegaste al final de este post debes estar realmente interesado en la historia de la caja registradora, ¿cierto? Aquí te dejamos un link a nuestro formulario de contacto, sabemos que no puedes resistirte.
Publicado por
Mariana C.
Fecha
10.05.17