El nuevo año ya está con nosotros y junto a él un montón de cuestionamientos personales: ¿qué estoy haciendo con mi vida? ¿estoy en el trabajo correcto? ¿realmente me gusta lo que hago?… ¿algún día aprenderé a cocinar? Si quieres darle un giro a tu situación (¡y tomar la mejor decisión de tu vida!) deberías considerar cambiar tu empresa por una startup. Como compañía emergente que somos, en Tiller hemos reunido 7 razones para convencerte.
1. Nunca dejas de aprender
No importa cuánta experiencia creas tener, en una startup te encontrarás con algo inédito todos los días. Al tratarse de un nuevo emprendimiento tendrás la oportunidad de llevar proyectos desde el principio, trabajar lado a lado con el resto del equipo y poner todos tus conocimientos en práctica. ¡Aprenderás tantas cosas que te sentirás de regreso en la universidad! Créenos, aquí no estarás sacando copias y llevando café al jefe día tras día.
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2. Tu trabajo realmente importa
Si sientes que nadie reconoce todo lo que haces por tu compañía, llevar tus habilidades a una startup podría ser la solución. Con un número reducido de empleados, cada una de las personas del equipo hace la diferencia y tiene un rol esencial que cumplir. Aquí nadie está de más. Piénsalo, tu equipo y tú son directamente responsables del éxito o fracaso de la compañía.
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3. Jamás te aburres
Puedes decirle adiós a las “breves” visitas de media hora a la cafetería y a tu playlist de videos graciosos en YouTube: aquí jamás te quedarás sin algo que hacer. Si bien en las compañías tradicionales cada persona suele tener un rol específico, los limitados recursos de las startups te impulsan a trabajar en cosas diferentes. En Tiller las chicas de Marketing hacen cold calling de vez en cuando, el equipo de soporte ayuda con la grabación de algún video y los vendedores escriben sus propias publicaciones en el blog.
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4. Trabajas con los mejores
¿Cuántas veces has hablado con el fundador de tu compañía? Si trabajas en una startup estará sentado en la misma mesa que tú y de vez en cuando te retará a un duelo de pistolas Nerf. Para promover la eficiencia, este tipo de organizaciones suele tener estructuras horizontales en las que puedes trabajar de forma cercana con cualquier miembro del equipo. Codearte día a día con emprendedores tiene sus beneficios: aprenderás de los mejores de primera mano.
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5. El ambiente es insuperable
Si tienes que llevar traje todos los días a la oficina definitivamente estás en el trabajo equivocado. La atmósfera de una startup es inigualable: pantalones cortos en verano, sacos de boxeo en la oficina, cervezas todos los viernes, torneos espontáneos de ping pong… pueden parecer tonterías, pero un ambiente de trabajo divertido crea espíritu de equipo y estimula la creatividad (y nadie podría negarse a una cerveza para cerrar la semana, ¿cierto?)..
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6. Tienes influencia
Ya sabes lo que dicen… un gran poder conlleva una gran responsabilidad. Al ser una pieza clave de la compañía, siempre tendrás la oportunidad de proponer nuevas ideas y desarrollar tus propios proyectos (¡y ya que estás sentado junto al jefe recibirás una respuesta bastante rápida!). Créenos, en una startup incluso los becarios son parte integral del equipo y pueden ser responsables de innovadoras propuestas.
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7. Eres parte de algo
Cuando empiezas a trabajar en una compañía emergente todo está por crear. No hay reglas establecidas ni estructuras rígidas: solo un grupo de personas sentadas en la misma mesa trabajando por un objetivo en común. Formar parte de una startup significa que inevitablemente vivirás unos cuantos altibajos… pero créenos, nada mejor que saber que fuiste uno de los motores cuando la veas despegar.
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¿Te convencimos? Si estás listo para cambiar tu trabajo por una startup te alegrará saber que en Tiller estamos en la búsqueda de nuevos marineros. ¡Únete al equipo!
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Fotografías de Edu Forte
Publicado por
Mariana C.
Fecha
05.01.18