En septiembre de 2016 Francesca y Chiara Pavolucci tomaron un riesgo: inaugurar un café frente a las obras del nuevo Mercat de Sant Antoni en Barcelona. El mercado tardaría dos años más en abrir, pero la zona ya estaba renaciendo con la promesa del proyecto y las hermanas Pavolucci querían formar parte de ello. Así nació Düal Café, el nombre en honor a sus fundadoras, una cafetería-restaurante que se ha convertido en un referente del barrio.
Basta con leer un par de reseñas para entender el concepto: “todo casero”; “para sentirte como en casa”; “comida casera muy rica”, “productos caseros preparados con mucho cariño”. Düal Café lo hace todo desde cero, hasta el pan. La única constante de su carta es el cambio, siempre priorizando los productos de temporada y sugerencias para sorprender a la clientela.
Hoy Francesca Pavolucci, una de las mitades de Düal Café, nos cuenta un poco más sobre la esencia y necesidades de gestión de un emprendimiento pequeño.
Nombre: Düal Café
Tipo de negocio: café-restaurante
Especialidad: comida casera y pasta fresca
Puntos de venta: uno (Carrer del Comte Borrell, 65, 08015 Barcelona)
Cliente Tiller desde: 2018
Necesidades específicas: toma de pedidos intuitiva y personalización de opciones
¿Cuál es la esencia de Düal Café? ¿Qué os diferencia de otros establecimientos similares?
Lo que hemos buscado desde el principio es recrear un ambiente informal y acogedor donde el cliente se pueda sentir como en casa. Intentamos lograrlo con la decoración, con la comida, bebida y con el contacto con las personas.
Ofrecemos desayunos y comidas caseras hechos al momento y por lo tanto más saludables, todo esto con nuestro toque italiano. Además, intentamos cuidar de la salud sirviendo productos con menos azúcares añadidos.
¿Cuál es tu plato favorito del menú?
Sin duda nuestros clientes nos eligen por nuestra oferta de pasta fresca casera y nuestras sugerencias que van cambiando casi diariamente según la temporada.
«Inicialmente optamos por un TPV clásico y bastante sencillo, pero no fue una elección satisfactoria».
¿Con qué retos te enfrentaste al buscar un nuevo proveedor de TPV?
Inicialmente optamos por un TPV clásico y bastante sencillo, pero no fue una elección satisfactoria. La verdad es que cuando vinieron a presentarme Tiller fue casi un flechazo. Todo es muy fácil e intuitivo.
No fue simple decidirnos a hacer el cambio, sobre todo porque estábamos empezando, pero siempre estamos en búsqueda de mejoras. También fue un reto adaptarnos porque cambiamos de un sistema a otro en pleno trabajo.
¿Qué es lo que más te gustó de Tiller? ¿Por qué lo escogiste?
Lo mejor de Tiller sin duda es que es un programa intuitivo y a la vista muy claro. A veces puedes encontrar la respuesta a tu pregunta solo buscándola y si no la encuentras hay un servicio de atención al cliente en chat en el que te contestan bastante rápido.
Además es muy sencillo a la hora de editar los productos o hacer cualquier otra función más específica desde el ordenador.
«Lo que recomendamos ahora mismo después de haber probado un TPV más clásico y Tiller es apostar por una caja registradora inteligente desde el primer día».
¿Qué KPIs/cifras vigilas a diario y por qué?
Las que utilizamos más a final del mes son las comparativas y el cierre de venta para enviarlo directamente a gestoría.
Para cerrar, ¿un consejo para quienes como tú gestionan un restaurante?
Lo que recomendamos ahora mismo después de haber probado un TPV más clásico y Tiller es apostar por una caja registradora inteligente desde el primer día.
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